lunes, 18 de abril de 2011

Sobre emprendimiento y autoempleo... pero no de ley

Creo no equivocarme al pensar que existe mucha gente en nuestro país que ante tal crisis económica y un número tan elevado de personas en desempleo, el ministro de trabajo Valeriano Gómez dice que probablemente lleguemos a los cinco millones, se echa las manos a la cabeza por el deficiente fomento de los emprendedores, de la creación de empresas y de la enseñanza y formación que esta competencia necesita.

Alguna encuesta dice que la diferencia entre nuestros universitarios y los de EEUU, por poner un ejemplo, en materia de emprender un negocio son sonrojantes. Ante una misma pregunta sobre cual era su deseo laboral al acabar la carrera universitaria, los norteamericanos en un altísimo porcentaje contestaron que crear su propio negocio o asociarse con otros compañeros, pero la respuesta de los españoles en su gran mayoría fue la de trabajar para el estado.
Pero no voy a caer en la trampa de hechar la culpa ahora a los jóvenes de esa falta de espíritu emprendedor. Considero que esta es una capacidad que se orienta en el sistema educativo y en los planes de estudio. Yo mismo puedo dar ejemplo al haber estudiado una carrera, Ciencias Empresariales, en la que de manera totalmente paradójica no se entraba en contacto apenas con el entorno empresarial, no recuerdo haber hecho ninguna visita a fábrica o compañía en ese periodo, y no se fomentaba el emprendimiento entre los alumnos. En todo caso, en aquellos años 90, los de la generación X posterior a la del babyboom, las gestores universitarios se preocupaba más de como solventar los problemas de una universidad masificada, con un alto nivel de desmotivación entre los alumnos, sin medios ni recursos suficientes y más preocupada por atender los resultados académicos e insuflar al mercado nuevas promociones de recién titulados.
Craso error que ahora seguimos arrastrando.
Por eso  me llama la atención de repente la cantidad de anuncios, iniciativas, proyectos y semilleros de empresa que están saliendo por doquier para fomentar e incentivar a los emprendedores. Desde luego no voy a ser yo quién critique esta tendencia, bienvenida sea cualquier iniciativa en este sentido. Es totalmente necesaria e imprescindible, todavía más en estos momentos de falta de ideas y de liderazgos en todos los sectores, también en el empresarial. Sobretodo si además la iniciativa gubernamental viene de la mano de la implementación de políticas de apoyo a emprendedores del sector TIC y energías renovables, los que más proyección tiene en estos momentos, pero sin olvidarnos de la economía productiva real y de la I+D+i en las empresas.
Pero lo que no es de recibo es que el espíritu del emprendedor, competencia que defino como habilidad innata que tiene el ser humano para crear y desarrollar un proyecto propio, idea u organización social y que puede fomentarse desde la educación emocional en la infancia, sea motivo de legislación como algún partido político ha propuesto recientemente.
Lo que de verdad es necesario es una estrategia en dos frentes, por un lado en el sistema educativo mediante la inclusión de materias transversales que fomenten e impulsen el sentido de la creatividad, innovación y emprendimiento en su más amplio sentido. Sería necesario que los jóvenes no solo marcaran, por sus preferencias y resultados académicos, su itinerario educativo, sino que tuvieran la oportunidad también de fomentar su propio negocio o idea emprendedora.
Y por otro lado emprender las reformas necesarias para que el ejercicio de crear tu propio negocio, empresa o profesión autónoma estuviera suficientemente incentivado fiscalmente y financieramente, sobretodo si es generador de empleo, y estuviera libre de todas las trabas y requisitos que actualmente desincentivan a los posibles candidatos al autoempleo.
Desde luego la asunción del riesgo es característica innata al oficio de emprendedor pero si el estado y las instituciones en esa labor de fomento de la economía, del crédito y de la creación de nuevas empresas puede ayudar a que ese riesgo sea menor ,al menos en los años iniciales, entonces estaremos asistiendo a una estrategia que al final dará sus frutos de recuperación económica.